Galería
Dos Galerías formando una L en torno al claustrillo, a las que abren las puertas las diferentes salas. Al encanto de sus celosías, que tamizan la luz de manera especial, se añade el sabor conventual de la amplia colección de urnas acristaladas, apoyadas sobre mesas, que guardan imágenes del Niño Jesús, de la Virgen y San José, de un dulce e intenso casticismo dieciochesco.
Desde sus ventanas puede contemplarse el patio columnado de una antigua casa noble del siglo XVI.